La Crítica en Prensa sobre El Valle de los Avasallados


Javier Aparicio Maydeu. Babelia. El País 24.07.2010:
NARRATIVA. “NO REGRESAMOS hasta el crepúsculo. Camino muy por detrás de Christian, besando de paso a las ninfas que habitan en los álamos”. Así concluye el capítulo noveno de El valle de los avasallados (Gallimard, 1967), la enigmática novela del enigmático canadiense Réjean Ducharme, autor consagrado por la crítica y consagrado por sí mismo al anonimato à la mode de Salinger: ninguna campaña promocional, ninguna entrevista, el protagonismo solo es para los textos. A la novela más conocida de Ducharme se asoma la mitología clásica, la retórica más lujosa de la palabra (¿quedó Perec deslumbrado por esta novela?), la literatura medieval y toda la vanguardia histórica europea, la del psi-coanálisis y el onirismo junto a la de la autoficción monológica, y también las fantasías del surrealismo más histriónico (“¿Quién no ha soñado con demoler un columbario de diez jaulas con solo un imperdible?”) y las festivas meditaciones de Leiris. Ducharme ha escrito un centón de citas, estilos y referencias, una novela sumamente literaria y a la vez sumamente disparatada, en la mejor acepción del término, un relato efectivamente erudito y al mismo tiempo lúdico, capaz de desconcertar y de apasionar al lector, una rara avis en la que conviven palabras como “amor”, “anhídrido fosfórico”, “protozoo” o “nostalgia”, con la estrafalaria e imaginativa Bérénice Einberg ejerciendo de protagonista, una enfant terrible de las artes y las letras, una princesa de cuento de hadas tocada por la varita mágica de la literatura, deseosa siempre de recordarnos, como la Alicia de Carroll, que el arte no es sino la aventura del espíritu. Javier Aparicio Maydeu. Babelia. El País 24.07.2010.

Natalio Blanco. Cambio 16. 03.05.2010:
RÉJEAN DUCHARME. PORQUE SUEÑA, ÉL NO LO ESTÁ, LOCO.
MÁS DE CUATRO DÉCADAS DESPUÉS DE SU PUBLICACIÓN EN CANADÁ, LA PEQUEÑA EDITORIAL DOCTOR DOMAVERSO PRESENTA EN ESPAÑOL UNA OBRA MÍTICA Y REPLETA DE ENCANTOS.
ESTE LIBRO ES mucho más que un libro, es una ilusión, la que miles, millones de personas en todo el mundo pudieron sentir tras salir del cine y disfrutar de Léolo, una cinta mítica ya catalogada de culto y dirigida por el canadiense Jean-Claude Lauzon, fallecido en un accidente aéreo, truncando una de las más prometedoras carreras cinematográficas del momento. El joven protagonista de la película intenta huir de la locura, de la mediocridad de una vida "perra" entre seres indolentes, y lo hace evadiéndose con la lectura de un libro. ¿Cuál? Pues L'avalée des avalés, del escritor quebequés Réjean Ducharme, otro autor maldito que, cual Salinger, rompió con cualquier intento de promocionar su extensa, variada y premiada obra artística tras el éxito cosechado por esta novela publicada en 1967 por la mítica editorial Gallimard.
Hasta ahora no había sido traducida al español. La enhorabuena hay que dársela a Doctor Domaverso, una pequeña editorial que pretende publicar once títulos anuales, con lo que tomarán pulso a la literatura universal en las principales lenguas europeas que mayor expansión han logrado fuera de sus fronteras de origen. La primorosa traducción a cargo de Miguel Rei es una ventana de amplios ventanales para una obra luminosa, portentosa, un libro repleto de maravillosas imágenes, que nos traslada a un mundo onírico lleno de vida. Bérénice Einberg, la joven narradora creada por Ducharme, es una niña prodigio con muchos paralelismos pero ningún parecido con Holden Caulfield, el joven protagonista de El guardián entre el centeno. Disertadora, políglota, actriz, bailarina... pero también tan desgraciada como lúcida, harta de una vida que, diez años después del comienzo de la narración, la dirige irremisiblemente a un lugar por el que siente una nostalgia irrefrenable: "A ese sitio se entra por la grieta de donde salté".
Ducharme compuso un portento literario con L'avalée des avalés, El valle de los avasallados. Por muchas razones, pero quizá sobre todo por haber hecho de la imaginación y del poder de la literatura en sí por síy para si un arma de insodable poder. Aunque parece erúdita, nada más lejos de la realidad. Gracias a Berenice, el lector entrará en un mundo mágico que utiliza la tristeza para huir de este mundo y embarcarse en una de la más bellas historias de amor jamás contadas. Porque en el fondo, el exilio, la renuncia, es la patria de su protagonista.
También Léolo, el joven nacido en Montreal de un tomate contaminado con los espermatozoides de un campesino siciliano, huyo. Y lo hace de todo y contra todos. De un mundo cruel y sin esperanza, de una familia tan humana como rayana con la simpleza de cualquier vida que no exige más que respirar y levantarse cada día para ser borrego de un sistema brutal e inhumano. Huye también de la locura, sobre todo de la locura. Por eso lee. Por eso lee a Ducharme y su L'avalée des avalés, el único libro que había en su casa, y que servía para equilibrar la pata de una mesa. "Lo único que le pido a un libro es que me inspire energía y valor, que me diga que hay más vida de la puedo abarcar, que me recuerde la urgencia de actuar". Berenice tenía razón. No demoren más el tiempo y zambúllanse de lleno en esta maravilla literaria. Natalio Blanco. Cambio 16. 03.05.2010.

NOVELA. UNA ADOLESCENCIA RABIOSA. "EL VALLE DE LOS AVASALLADOS", por MILO J. KRMPOTIC'. QUÉ LEER.05.2010.
En 1992, cinco años antes de morir en un accidente de aviación, el quebequés Jean-Claude Lauzon firmó su carta de ingreso en los anales del séptimo arte con Léolo, film memorable de marcadas influencias literarias. La principal era El valle de los avasallados, obra que había significado el debut del también quebequés Réjean Ducharme y que obtuvo el Prix du Governeur General canadiense el año después de su aparición, en 1967.
Dos son las circunstancia que han llevado a que el nombre de Ducharme se asocie a menudo con el J. D. Salinger. Una es la reclusión con que ambos autores respondieron al fenomenal éxito de sus respectivas óperas primas. La otra, que tanto El guardián entre el centeno como El valle de los avasallados sean sendos monólogos interiores, a cargo de adolescentes peleados con el mundo, enfrentados a cualquier forma de disciplina, dispuestos a todo con tal de perpetuar su alienación y no sucumbir a organizaciones tan traicioneras como la familia o la escuela.
Ocho años cuenta la prodigiosa Bérénice Einberg cuando la conocemos en una isla del río Saint Lawrence y dieciocho cuando nos despedimos de ella en pleno desierto israelí. Entre medio, la veremos odiar a sus padres, crear su propio lenguaje, tirar escaleras abajo a un compañero de colegio que se sentía atraído por ella y, en definitiva, caer en una espiral de rabia y odio que culminará con una atroz explosión de violencia. Milo J. Krompotic'

JAVIER MORENO. QUIMERA. Revista de Literatura. Nov./2010:
Después de leer El valle de los avasallados, la novela en la que se basó la película Léolo, de Juan-Claude LAuzon, lo difícil es encontrar las palabrasque lo rescaten a uno del pozo de asombro al que se ha visto irremediablemente conducido. Asaltan al lector un tropel de dudas. ¿Cómo catalogar una novela como ésta? ¿Desde qué lugar se escribe una novela de este tipo? Y, por supuesto, la más perentoria, ¿cómo ha tardado tanto en traducirse (la primera edición francesa data de 1967) al castellano? De El valle de los avasallados pueden decirse muchas cosas. Que es una novela lírica que contiene tanta o más -buena- poesía que casi el último género. Que es una novela de una belleza demoníaca al estilo de otros textos a los que ya nos tiene acostumbrados la tradición literaria francesa (Aloysius Bertrand, Lautremont, Rimbaud...

Jacinta Cremades | Publicado el 24/12/2010 en El Cultural. El Mundo.
El Valle de los Avasallados fue la primera obra que publicó Réjean Ducharme (Quebec, 1941) en 1966. De forma inmediata, la obra tuvo un éxito sin igual, ganando en Francia el premio Goncourt y el premio del Gobierno General de Canadá al año siguiente. Desde entonces, Ducharme ha seguido escribiendo novelas sobre el universo infantil, teatro y guiones, pero le ha sido difícil superar el éxito inicial. En la actualidad, se dedica a la escultura.
Por primera vez se publica en España El Valle de los Avasallados. Me gusta mucho el título en francés, L'avalée des avalés, ya que indica como luego va a ser la novela: lírica, repetitiva, musical y dramática. El personaje principal y narrador es una niña de 9 años, Bérénice Einberg, que cree que su madre no la quiere. La acción se sitúa en los años 60, en los suburbios de Montreal. La obra es una puesta en escena del mundo infantil en el que los adultos no intervienen. Recuerda en su propósito al libro de Cocteau, Los niños terribles.
La novela de Ducharme es densa, a veces difícil de leer por las repeticiones de nombres, juegos lingüísticos e invenciones de palabras. Su escritura engancha gracias a la musicalidad de las frases a pesar de un mismo estilo desde el principio hasta el final. Pero consigue recrear el lenguaje de los niños y hace sonreír al lector adulto. En Bérénice descubrimos una mirada límpida, incapaz de entender las absurdas ideas de los adultos.